Esta es la historia de dos abogados especialistas en derecho familiar, Ricardo Bustamante y Alejandra Ponce, que a pesar de venir de dos decepciones amorosas y de estar en un mundo donde parece que el amor pierde fuerza, ante tanto divorcio, ellos aún tienen fe en encontrar al verdadero amor.
Todos los elementos de la investigación parecen acusar a Carlos del homicidio de la stripper con la que estuvo en su despedida de soltero, una noche anterior a su boda; por si esto fuera poco, Alejandra se entera que Carlos tuvo relaciones sexuales con la bailarina, por lo que en un abrir y cerrar de ojos, todo lo que creía sobre Carlos y el amor, se le viene abajo. Alejandra sufre una profunda decepción y el dolor de ver a quien creía el amor de su vida, en prisión.
Por su parte, Ricardo Bustamante, uno de los socios del prestigiado bufete Vega y asociados, enfrenta el mismo proceso por el que pasan muchos de sus clientes, pues se está divorciando de su esposa, Elena Fernández, después de que ella le fuera infiel, lo más doloroso de este divorcio es tener que separarse de los hijos de Elena, a quien él ve como propios, ya que, si bien no son sus hijos biológicos, los quiere con todo el corazón pues los educó desde pequeños.
A pesar de sus conflictos personales, tanto Alejandra como Ricardo tienen que seguir en su trabajo y es cuando se enfrentan como contrarios en un polémico caso de reconocimiento legal de un menor, donde los dos tendrán que demostrar sus habilidades y talentos, esto terminará por unirlos más y reconocer mutuamente el buen trabajo que hicieron. Es así como después de ser contrarios, terminan haciendo un excelente equipo, y Ricardo le ofrece un puesto en su bufete de abogados; poco a poco y tras la convivencia diaria, un fuerte amor empieza a crecer entre ellos.
Desafortunadamente, con Carlos en la cárcel Alejandra enfrenta un dilema en su corazón, pues no se entrega totalmente al amor que siente por Ricardo, pues se siente culpable de ser feliz; mientras tanto, Carlos, al que creía amor de su vida, está preso. Con lo que ella no cuenta es que Carlos, como una jugada para su defensa, pide que su caso lo lleven Leonardo y Roberto, los mejores penalistas de Vega y asociados, como una táctica para que el juez y los secretarios judiciales, crean que es inocente, ya que lo están defendiendo los abogados del bufete que son su competencia.
Leonardo y Roberto logran que Carlos salga de prisión, justo cuando más enamorados están Ricardo y Alejandra, sin embargo, el caso no se ha cerrado, pues sale por falta de pruebas, no porque se haya demostrado su inocencia.
Es aquí cuando las tácticas que se usan en el terreno legal, son ejercidas entre la relación de Ricardo y Alejandra, pues Carlos no quiere perderla y está dispuesto a todo con tal de recuperar su amor; al final, sus manipulaciones y chantajes sirven para alejarla de Ricardo. Así, después de muchos enfrentamientos y problemas, Ricardo y Alejandra descubrirán que estarán dispuestos a desafiarlo todo Por amar sin ley.
